JUEGOS FAMILIARES: La importancia de compartir momentos de ocio en familia
Hoy en día vivimos rodeados de tecnología que nos hace evadirnos y alejarnos de la realidad para acercarnos a un mundo más globalizado y lleno de experiencias diferentes. Aunque esta tecnología ha conseguido que nuestro trabajo y nuestros estudios se faciliten de forma considerable, también ha conseguido ocupar nuestros momentos de ocio y de juego. Como consecuencia de ello, hemos ido perdiendo una gran cantidad de juegos familiares que nos aportaban grandes beneficios tanto mentales como físicos.
Los juegos familiares nos ayudan a pasar un buen rato con nuestra familia o con nuestros amigos. Su principal beneficio es el de hacer que nos relacionemos y compartamos experiencias con nuestro circulo de proximidad y con nuestro núcleo familiar. Al contrario que los videojuegos, los juegos familiares fomentan el diálogo y la interacción con otras personas de forma física lo que aporta grandes beneficios para nuestro cerebro.
Otro de los beneficios de los juegos en familia es su capacidad para mejorar la motricidad de nuestro sistema. Para los niños, jugar a estos tipos de juegos les ayuda a desarrollar reflejos y un mayor control de su cuerpo. Además, ayuda a mantener despierta la mente y a desarrollar una gran coordinación entre ojos, mente y músculos.
Además de las mejoras físicas, hay una gran cantidad de aspectos que se desarrollan en la infancia y la forma en la que la afrontamos nos puede marcar de por vida. La competitividad, el esfuerzo y el aprender a ganar y a perder son aspectos esenciales en el desarrollo de un niño y es de vital importancia que parte de ese desarrollo se construya con sus seres queridos. Mediante los juegos podemos ayudar a los más pequeños a expresarse y a compartir vivencias que de otra forma no podríamos conocer.
En la época en la que nos encontramos en pocas ocasiones podemos ver a niños y padres jugando a juegos en familia ya que la tecnología ha conllevado a un abandono de estos momentos familiares. Retomar esta práctica es un deber como padres para fortalecer el vínculo con los más pequeños y para ayudarlos en su desarrollo de la personalidad. Los niños que comparten momentos y experiencias en familia consiguen afrontar mejor los problemas y a abrirse emocionalmente de forma más sencilla.
Son muchos los beneficios de jugar en familia y por ello debemos mantener viva esta tradición que nos ha ayudado a crecer generación tras generación y que nunca debemos dejar perder.